
Las fuentes de agua siempre han sido de gran ilusión para las familias, el agua fluyendo y danzando al ritmo de la música. Siempre queda en nuestra memoria de niños, un recuerdo de alguna fuente y de la emoción que nos daba verlas.
No es simplemente una estructura construida estéticamente para la interacción, más bien es un sentimiento de alegría. El agua es el protagonista y nos muestra sus exquisitas figuras.
Hace más de 10 años que regalamos sonrisas a lo largo de Sudamérica, trabajando con el mayor profesionalismo y brindando un servicio integral pensado para cada lugar y sobre todo pensando en cada espectador.
Nuestras aguas danzantes responden a un programa software íntegramente desarrollado por nuestra empresa, el que ejecuta en forma automática múltiples juegos de agua, con diversas alturas de los chorros y de diferentes juegos de luces que combinan sus colores. Nuestro exclusivo software es adaptable a cualquier exigencia de automatismo.